martes, 14 de julio de 2009

Tributo a Borges de admiración rendido


Jorge Francisco Isidoro Luis Borges

(Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986)


Jorge Luis Acevedo Suárez Laprida


Un resplandor que viene de otro tiempo y de otro sitio
y que sigue brillando todavía

Luis Alberto de Cuenca


Recorre con dedos trémulos el mapa de su rostro
y halla las incógnitas literarias de su desvelo.
Enceguece de furia cuando recita a Homero
y comparte con John Milton el paraíso del ídolo.

Keith Chesterton le enseñó la vereda y Cansinos
ofició de maestro por el recorrido infinito
de los dédalos de la escritura. Jacobo Sureda,
Macedonio Fernández, y el otro, Evaristo Carriego,
se saben hurtados al olvido por su magisterio.

Escucho caer una voz en la tarde y es Borges
quien viene para acompañarme en mi escritorio.
Se aposenta en mi mesa, reelabora a Baruch
Spinoza, y me cuenta que no hay mayor destino
que ser libérrimo rapsoda de versos perdurables.

Yo también fui alumno suyo, como él de Pitágoras,
e iré a su lado en la eternidad como Aristóteles
y Platón fueron de la mano del saber en el ágora.


(De mi libro Breviario de fervores y rechazos, Madrid, Edición personal, 2006, pp. 163, p. 120)

Buenos Aires, la ciudad que Borges recorrió a pie durante más de 40 años

Casco viejo del barrio de Palermo donde Borges nació y jugó de niño

Jorge Luis Borges en una estancia ajardinada de su laberinto de libros

3 comentarios:

  1. Aplaudo y agradezco el bello poema que has dedicado al maestro Borges.
    Y las fotos de mi nostálgico Buenos AIres...


    Un gusto leerte-

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  2. Andrés, verssos que perdurarán, y levantarán olas de admiración,le acompañas con fotografias identificativas que lo engrandecen
    Un abrazo
    Stella

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  3. Que espacio mas lindo es el que tienes, cultural y elemental... se agradece.


    Cuídate, un abrazo

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