domingo, 9 de agosto de 2009

Un poeta de verso en pecho



VARIACIÓN SOBRE UNA METÁFORA BARROCA

Alguien trajo una rosa
hace ya algunos días, y con ella
trajo también algo de luz,
yo la puse en un vaso y poco a poco
se ha apagado la luz y se apagó la rosa.



Y ahora miro esa flor
igual que la miraron los poetas barrocos,
cifrando una metáfora en su destino breve:
tomé la vida por un vaso
que había que beber
y había que llenar al mismo tiempo,
guardando provisión para días oscuros;
y si ese vaso fue la vida,
fue la rosa mi empeño para el vaso.



Y he buscado en la sombra de esta tarde
esa luz de aquel día, y en el polvo
que es ahora la flor, su antiguo aroma,
y en la sombra y el polvo ya no estaba
la sombra de la mano que la trajo.



Y ahora veo que la dicha, y que la luz,
y todas esas cosas que quisiéramos
conservar en el vaso
son igual que las rosas: han sabido los días
traerme algunas, pero
¿qué quedó de esas rosas en mi vida
o en el fondo del vaso?



(Precioso poema del escritor Vicente Gallego extraído de su libro Los ojos del extraño, Madrid, Visor, 1990, pp. 98, p. 88-89)


Vicente Gallego
(Valencia, 1963)

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