viernes, 2 de abril de 2010

Vilipendiados por la jauría de los mediocres


Michel Houellebecq y Bernard-Henri Levy

INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA

"Un gran hombre no lo es sino a pesar del conjunto de sus compatriotas, y en consecuencia debe desarrollar una fuerza de agresión igual o superior a las fuerzas de defensa reunidas por el conjunto de sus compatriotas coaligados."
(Baudelaire citado por Michel Houellebecq)

"Al hombre sólo le engrandece la relación con las grandes cosas."
(Malebranche citado por Bernard-Henri Levy)


Bernard-Henri Levy
(Béni-Saf, Argelia, 1948)


E-mails de Bernard-Henri Levy a Michel Houellebecq:

Recibo, por cada uno de mis libros, una cantidad de injurias que desmoralizarían a más de uno.

Si dos hombres se juntan es porque se han puesto de acuerdo, en general, para rechazar y proscribir a un tercero.

Se escribe menos para saber quién eres que para saber quién llegas a ser.

Rusia (...) no cree en nada, realmente en nada más que en la religión del mercado.

Esa Rusia donde, igual que en los tiempos del comunismo, hay gente dispuesta a traicionar a su padre y a su madre para robar una escoba, una palangana, un grifo mal atornillado o (...) pedazos de chatarra.

El poscomunismo, el putinismo, (...) quizás es el banco de pruebas de nuestro futuro.

Las personas que quieren inmiscuirse demasiado en la vida de sus semejantes, reformar al género humano, regenerarlo demasiado, o bien son unos locos peligrosos o bien unos canallas o bien las dos cosas.

No hay orden que se sostenga cuando se alimenta de una injusticia.

Kant decía que la política era el destino. Se equivocaba. La reputación es el destino. El rumor, en nuestras sociedades ubuescas, es una de las caras de la fatalidad. Y contra el rumor, el chisme, la falsa información que se propaga como un virus, he aprendido en carne propia que no podemos hacer nada.

(Nota bene: "ubuesco" es un adjetivo que significa egocéntrico, temeroso e hipócrita. Está tomado del nombre del protagonista de una serie de obras teatrales -con un tono dadaísta precursor del surrealismo- escritas por el dramaturgo y poeta francés Alfred Jarry (Laval, 1873 - París, 1907): Ubú rey, Ubú en la colina, Ubú cornudo y Ubú encadenado.)



La jauría (...) es débil. (...) Porque la mueve la envidia, la burla, el resentimiento, el odio, el rencor, la maldad, la cólera, la crueldad, el escarnio, el desprecio, todo lo que Baruch Spinoza llamaba las pasiones tristes. (...) No son signo de poder, sino de impotencia.

La jauría (...) es idiota. (...) Es como un animal grande y zoquete que no ve más allá de la punta de su hocico.

Lo que está en juego no es reparar el Mal, sino apañárselas con él.

No conzoco un lugar más feliz para la vida que una página de literatura.

No se escribe nunca como se habla, pero tampoco hay nada más grotesco que la voz demasiado impostada, velada, del que produce estilo.

No creo en el diálogo (...): en la mayoría de las discusiones la gente llega con sus convicciones y se vuelve con ellas.

Uno se olvida (...) cree que siempre ha sido el que es, se despierta una buena mañana y se da cuenta de que el tiempo le ha cambiado.

Los libros no son el espejo, sino las vigas del universo, y por eso es tan importante que siga habiendo escritores.

La primera virtud de un escritor es la autenticidad.


Michel Houellebecq
(Saint Pierre, Isla de Reunión, 1958)


E-mails de Michel Houellebecq a Bernard-Henri Levy:

He acabado renunciando a contar mis enemigos. (...) Del mismo modo, flota alrededor de usted como un olor de linchamiento.

Debo (...) esperar una proyección especialmente abundante en injurias y escupitajos, tanto por parte de mis enemigos tradicionales como de otros aún sin descubrir.

Hay gente con la que vale la pena hablar; con otra, no.

Siempre he amado los libros; escribo libros.

La miseria empieza cuando no se sabe qué traerá el mañana, (...) cuando uno es pobre sabe, sabe incluso con mucha exactitud.

No depender de nadie. Imperativo absurdo (...) que conduce a negar el principio mismo de la vida social.

Se puede tener nostalgia de una época en la que no has vivido; basta con poseer un televisor.

Ningún problema humano podrá resolverse sin una estabilización de la población mundial, sin una estabilización del consumo de energía, sin una gestión inteligente de los recursos no renovables, sin una conciencia de los peligros climáticos.

Me he acostumbrado poco a poco a ver el espacio público como un territorio hostil, marcado por prohibiciones absurdas y humillantes, que atravieso lo más rápido posible para desplazarme de un dominio privado a otro también privado.

Yo no tenía (...) el sentimiento de vivir en democracia, siempre he tenido el de vivir en una especie de tecnocracia.

Esa fea palabra, usuario (...) es la que mejor corresponde a la relación que tengo con el gobierno de mi país.

Me uniría a (...) los que ceden (...) al hipnotismo del "espantoso vacío de la renuncia".



En el fondo, ¿qué es una guerra o una revolución sino un pasatiempo impulsado por la pura maldad?

Nunca estamos lejos del salvajismo original, (...) la civilización no es más que un barniz.

Desarrollar un orgullo nacional exagerado es siempre un signo de que no tienes mucho de lo que enorgullecerte.

Me siento en la vida como en un hotel, y sé que tarde o temprano tendré que dejar mi habitación.

¿(...) Francia se transforma en un país museificado, muerto? ¿En una especie de burdel para turistas?

Las propias neuronas, contrariamente a lo que se había creído durante mucho tiempo, pueden regenerarse en el curso de una vida.

El adversario está en todas partes.

En nuestras sociedades occidentales, un individuo puede ponerse perfectamente al margen, durante unos años, e intentar un golpe relativamente libre. Pero tarde o temprano la jauría se despierta, emprende la persecución y acaba atrapándole. Entonces se venga, y su venganza es terrible. Porque la jauría es numerosa, pero se compone de individuos mediocres, y conscientes y avergonzados de serlo, les enfurece que su mediocridad haya podido, durante un segundo, quedar al descubierto.

Vivimos quizás en un mundo (...) en que simplemente no hay sitio para la poesía. De este modo desaparece algo valioso, y desaparece ante nuestros ojos.

Al poeta se le considera un inadaptado, un irresponsable total; o, más simplemente, no se le considera en absoluto.

"Nos acordamos de nuestra propia vida un poco más que de una novela que hayamos leído en el pasado."
(Schopenhauer citado por Michel Houellebecq).


Libro que recoge la correspondencia electrónica entre enero y julio del año 2008 de dos intelectuales franceses, Michel Houellebecq y Bernard-Henri Levy, publicado en Barcelona por Anagrama en enero de 2010. Consta de 311 páginas de las que he reflejado lo que me ha parecido más interesante.

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