viernes, 16 de julio de 2010

El poeta que rehusó los halagos y la notoriedad


Umberto Saba
(Trieste, 1883 - Gorizia, 1957)

LA CAPRA

Ho parlato a una capra.
Era sola sul prato, era legata.
Sazia d'erba, bagnata dalla pioggia, belava.
Quell'uguale belato era fraterno
al mio dolore. Ed io risposi, prima
per celia, poi perché il dolore è eterno,
ha una voce e non varia.
Questa voce sentiva
gemere in una capra solitaria.
In una capra dal viso semita
sentiva querelersi ogni altro male,
ogni altra vita.


El escritor pasó la infancia abandonado por su padre

LA CABRA

He hablado con una cabra.
Estaba sola en el prado, estaba atada.
Ahíta de hierba, mojada por la lluvia, balaba.
Ese mismo balido era hermano
de mi dolor. Le respondí al principio
por broma, luego porque el dolor es eterno,
tiene una sola voz que no cambia.
La misma que yo sentía
gemir en una cabra solitaria.
En una cabra de perfil semita
sentía yo quejarse cualquier pena,
cualquier otra vida.

(Traducción de Gianna Prodan y Eugenio García Fernández)


Busto de Umberto Saba
(Obra de Carmelo Barillà)

CITTÀ VECCHIA

Spesso, per ritornare alla mia casa
prendo un'oscura via di città vecchia.
Giallo in qualche pozzanghera si specchia
qualche fanale, e afollata è la strada.
Qui tra la gente che viene che va
dall'ostria alla casa o al lupanare,
dove son merci ed uomini il detrito
di un gran porto di mare,
io ritrovo, passando, l'infinito
nell'umiltà.


Saba, a quien le gustaba dar largos paseos y fumar, de joven tuvo que participar como soldado en la I Guerra Mundial

Qui prostituta e marinaio, il vecchio
che bestemmia, la femmina che bega,
il dragone che siede alla bottega
del friggitore,
la tumultuante giovane impazzita
d'amore,
sono tutte creature della vita
e del dolore;
s'agita in esse, come in me, il Signore.
Qui degli umili sento in compagnia
il mio pensiero farsi
più puro dove più turpe è la via.


Trieste

CIUDAD VIEJA

Por una oscura calle de la vieja
ciudad a casa voy frecuentemente.
Amarillo, en cualquier charco se espeja
cualquier farol, y está llena de gente.
Aquí, entre la que viene y la que va
de la taberna a casa, al lupanar,
donde géneros y hombres son detrito
de un gran puerto de mar,
yo encuentro, cuando paso, lo infinito
en la humildad.


Estatua dedicada a Umberto Saba en una calle de su ciudad natal
(Via Dante Alichion, Trieste)

Aquí la puta y el marino, el viejo
que blasfema, la hembra turbulenta,
el dragón que se sienta
en la freiduría,
la joven tumultuosa enloquecida
de amor
son todas criaturas de la vida
y del dolor;
se agita en ellas, como en mí, el Señor.
De los humildes siento en compañía
mi pensamiento hacerse
más puro donde más torpe es la vía.


Librería anticuaria triestina que fue su oficio y sustento

EPIGRAFE

Parlavo vivo a un popolo di morti.
Morto alloro rifiuto e chiedo oblio.


Saba fue un poeta fiel a la verdad interior

EPITAFIO

Hablaba, vivo, a un pueblo de muertos.
Muerto, el laurel rechazo y pido olvido.

(Traducción de Ángel Crespo)


Dada su condición de judío, fue proscrito por las leyes raciales del fascismo, viéndose obligado a huir de Trieste y refugiarse en Roma

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