miércoles, 13 de octubre de 2010

La vinculación de los genes más allá de la muerte


Andrés González Domínguez
(Teror, 1930 - Las Palmas de Gran Canaria, 2004)

A MI PROGENITOR

Papá, hoy han vuelto a descender lágrimas del cielo
como tanto querías tú cuando te preocupabas
por la siembra de cereales que con tus manos plantabas
en la tierra. Hoy ha sido otra jornada de duelo



en que hasta las nubes han llorado con desconsuelo
y se mustian yermos los campos que cultivabas.
He intentado decirte, una vez más, que te amaba
y el tiempo se me hizo corto porque en un vuelo



te arrebató. No pudiste decir adiós. Destrozado
te sigo viendo, arrumbado en mi desolación.
No te puedo pedir que vuelvas, estarás ocupado



en cuidar el edén del paraíso en el amor
de Dios. Sólo quería escribirte un breve recado
y es que los dos, algún día, nos veremos en el sol.


1 comentario:

  1. Andrés, me he emocionado al leer tu poema, especialmente porque me ha hecho recordar a mi propio padre.

    Por muchos años que pasen, cualquier cosa, el nacimiento de un hijo, un atardecer cualquiera o un nuevo amor, se convierten en secretos que hubiéramos querido compartir con ellos.

    Yo también le echo de menos

    Un beso y ánimo

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