martes, 8 de febrero de 2011

En la desoladora rutina de un proletario anónimo


Francisco Buarque de Hollanda
(Rio de Janeiro, 1944)

CONSTRUÇAO

Amou daquela vez como se fosse a última.
Beijou sua mulher como se fosse a última
e cada filho seu como se fosse o único
e atravessou a rua com seu passo tímido.
Subiu a construçao como se fosse máquina.
Ergueu no patamar quatro paredes sólidas,
tijolo com tijolo num desenho mágico.
Seus olhos embotados de cimento e lágrimas.



Sentou pra descansar como se fosse sábado.
Comeu feijao com arroz como se fosse um príncipe.
Bebeu e soluçou como se fosse um náufrago.
Dançou e gargalhou como se ouvisse música
e tropeçou no céu como se fosse um bêbado
e flutuou no ar como se fosse um pássaro
e se acabou no chao feito um pacote flácido.
Agonizou no meio do passeio público.
Morreu na contramao atrapalhando o tráfego.



Amou daquela vez como se fosse o último.
Beijou sua mulher como se fosse a única
e cada filho seu como se fosse o pródigo
e atravessou a rua com seu passo bêbado.
Subiu a construçao como se fosse sólido.
Ergueu no patamar quatro paredes mágicas,
tijolo com tijolo num desenho lógico.
Seus olhos embotados de cimento e tráfego.



Sentou pra descansar como se fosse um príncipe.
Comeu feijao com arroz como se fosse o máximo.
Bebeu e soluçou como se fosse máquina.
Dançou e gargalhou como se fosse o próximo
e tropeçou no céu como se ouvisse música
e flutuou no ar como se fosse sábado
e se acabou no chao feito um pacote tímido.
Agonizou no meiu do passeio náufrago.
Morreu na contramao atrapalhando o público.



Amou daquela vez como se fosse máquina.
Beijou sua mulher como se fosse lógico.
Ergueu no patamar quatro paredes flácidas.
Sentou pra descansar como se fosse un pássaro
e flutuou no ar como se fosse um príncipe
e se acabou no chao feito um pacote bêbado.
Morreu na contra-mao atrapalhando o sábado.


Ayer, lunes 7 de febrero, fallecían dos trabajadores en el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria al caer desde una grúa hidráulica mientras reparaban un barco de "Greenpeace"
(Fotografía de ACFI PRESS tomada del periódico "La Provincia")

Por esse pao pra comer, por esse chao pra dormir,
a certidao pra nascer e a concessao pra sorrir,
por me deixar respirar, por me deixar existir,
Deus lhe pague.
Pela cachaça de graça que a gente tem que engolir.
Pela fumaça desgraça que a gente tem que tossir.
Pelos andaimes pingentes que a gente tem que cair,
Deus lhe pague.
Pela mulher carpideira pra nos louvar e cuspir
e pelas moscas bixeiras a nos beijar e cobrir
e pela paz derradeira que enfim vai nos redimir,
Deus lhe pague.

(Canción compuesta e interpretada por Chico Buarque en 1971)



CONSTRUCCIÓN

Amó aquella vez como si fuese última,
besó a su mujer como si fuese última
y a cada hijo suyo cual si fuese el único
y atravesó la calle con su paso tímido.
Subió a la construcción como si fuese máquina,
alzó en el balcón cuatro paredes sólidas,
ladrillo con ladrillo en un diseño mágico,
sus ojos embotados de cemento y lágrimas.



Sentóse a descansar como si fuese sábado,
comió su pobre arroz como si fuese un príncipe,
bebió y sollozó como si fuese un náufrago,
danzó y se rio como si oyese música
y tropezó en el cielo con su paso alcohólico,
y flotó por el aire cual si fuese un pájaro
y terminó en el suelo como un bulto fláccido.
Agonizó en el medio del paseo público.
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito.



Amó aquella vez como si fuese el último.
Besó a su mujer como si fuese única
y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo
y atravesó la calle con su paso alcohólico.
Subió a la construcción como si fuese sólida,
alzó en el balcón cuatro pardes mágicas,
ladrillo con ladrillo en un diseño lógico,
sus ojos embotados de cemento y tránsito.


"La hora del reposo"
(1903)
Pío Collivadino
(Buenos Aires, 1869 - 1945)

Sentóse a descansar como si fuese un príncipe,
comió su pobre arroz como si fuese el máximo,
bebió y sollozó como si fuese máquina,
danzó y se rio como si fuese el próximo
y tropezó en el cielo cual si oyese música.
Y flotó por el aire cual si fuese sábado
y terminó en el suelo como un bulto tímido,
agonizó en el medio del paseo náufrago.
Murió a contramano entorpeciendo al público.



Amó aquella vez como si fuese máquina.
Besó a su mujer como si fuese lógico,
alzó en el balcón cuatro paredes fláccidas,
sentóse a descansar como si fuese un pájaro
y flotó en el aire cual si fuese un príncipe,
y terminó en el suelo como un bulto alcohólico.
Murió a contramano entorpeciendo el sábado.


(Fotografía del mexicano José Darío Pale)

Por ese pan de comer y el suelo para dormir.
Registro para nacer, permiso para reír.
Por dejarme respirar y dejarme existir,
Dios le pague.
Por esa grapa de gracia que tenemos que beber.
Por ese humo, desgracia que tenemos que toser.
Por los andamios de gente para subir y caer,
Dios le pague.
Por esa arpía que un día nos va a dudar y a escupir,
y por las moscas y besos que nos vendrán a cubrir,
y por la calma postrera que al fin nos va a redimir,
Dios le pague.

(Canción traducida e interpretada por Daniel Viglietti)


Daniel Alberto Viglietti Indart
(Montevideo, 1939)

No hay comentarios:

Publicar un comentario