viernes, 3 de junio de 2011

De cuando el servicio militar era obligatorio


Realizando el periodo de instrucción
en la Cartago Nova de Aníbal y Asdrúbal
(1985)

YOU ARE IN THE ARMY NOW

A vacation in a foreign land.
Uncle Sam does the best he can.
You're in the army now.
Oh, you're in the army now.
Now you remember what the draftsman said:
“Nothing to do all day but stay in bed.”
You're in the army now.
Oh, you're in the army now.
You’ll be the hero of the neighborhood.
Nobody knows that you left for good.



You're in the army now.
Oh, you're in the army now.
Smiling faces as you wait to land,
but once you get there no one gives a damn.
You're in the army now.
Oh, you're in the army now.
Hand grenades flying over your head.
Missiles flying over your head,
if you wanna survive get out of bed.
You're in the army now.
Oh, you're in the army now.
Shots ring out in the dad of night.



The sergeant calls:
“¡Stand up and fight!”
You're in the army now.
Oh, you're in the army now.
You've got your orders:
“better shoot on sight”.
Your finger is on the trigger,
but it don't seem right.
You're in the army now.
Oh, you're in the army now.
Night is falling and you just can't see.
Is this illusion or reality?
You're in the army now.
Oh, you're in the army now.

(Canción del grupo británico Status Quo publicada en 1986)


Portada del disco


SIRVIENDO A LA PATRIA

Unas vacaciones pagadas en una tierra extraña,
no cabe duda de que el alto mando
sabe cómo hacer bien las cosas.
Así estás en el ejército: no hay escapatoria.
Ahora te pones a pensar en las palabras
que dijo un experto para que te enrolaras:
“No hay nada que hacer durante el día,
salvo permanecer acostado en la cama.”
¡Qué ironía! Porque en el cuartel, ése es el lugar
menos frecuentado. “Serás un héroe
para tus vecinos, aunque en el barrio
donde vives ni siquiera sepan a dónde fuiste.
Estás en el ejército, muchacho,
y eso es algo muy grande.”


Durante un permiso de pocas horas

Caras sonrientes cuando estás entrando, pero
una vez dentro a nadie le importas un rábano.
“Esto es el ejército, chaval: te preparan para la guerra”
Las granadas de mano vuelan sobre tu cabeza
durante las maniobras. Los obuses también.
“¡Si quieres sobrevivir, deja de soñar despierto
y pon el cuerpo a tierra, pringado,
que estás en un campo de tiro y no te enteras!”
Destellos de balas en lo más oscuro de la noche.
Oigo al sargento gritando: “¡Adelante, a la lucha!”
Así es la guerra, chavalote, esto es el ejército
y no un convento de monjas. Te dan
instrucciones para disparar cuando
el enemigo esté a la vista y puedas distinguir
claramente cómo se mueven sus siluetas.



Tus dedos oprimen el gatillo
a pesar de parecerte cruel e inhumano,
pero así es la ley marcial: vencer o morir,
no hay término medio. La noche va cayendo,
se oscurece todo y no se ve nada.
¿Es una ilusión esto que estoy viviendo,
o es una realidad esta situación macabra?
Entonces es cuando maldices haberte metido
en semejante avispero, del que sabes
cómo entraste, pero nunca si saldrás muerto
o con desequilibrios mentales y mutilaciones.
“Así es la vida militar, capullo:
¡Saluda a tus superiores, cuádrate firme,
repta por el suelo, abre el ojo en las guardias,
apunta bien, no malgastes municiones,
relámete con el rancho enlatado
y no rechistes cuando te comas el marrón
de una orden injusta o incomprensible!”

(Traducción de Andrés González Déniz)


En Cartagena con un compañero recluta de Córdoba

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