martes, 20 de diciembre de 2011

Quien es capaz de hacer del columnismo poesía


Juan José Millás
(Valencia, 1946)
Un talento absoluto, pues todo lo que toca lo convierte en literatura

 
CUATRO VERSOS URGENTES


Si yo fuera un poeta obrero, ahora mismo estaría en el paro como obrero, y quizá como poeta. De la poesía le echan a uno antes que de la fábrica. La poesía es una empresa que, sin consejero-delegado ni jefe de personal, hace un ERE diario. Internet está lleno o llena, como ustedes prefieran, de poetas a los que la poesía ha dado el finiquito. El poeta en paro no llama la atención porque carece de representantes sindicales y porque se dedica a la economía sumergida. Escribe cuatro versos en un blog que leen cinco o seis y comentan tres o cuatro, y con esas migajas va tirando.


Millás paseando solitario en el pueblo asturiano de Muros de Nalón por un sendero forestal donde es seguro que nadie sacará a relucir el brillo de los cuchillos de las riñas literarias


El poeta obrero no suele tener blog porque el poeta obrero es más obrero que poeta. Y ahí es donde nos duele. Conocemos las cifras generales del paro, pero no tenemos ni idea de los poetas que se han quedado en la calle, no hay estadísticas. Ahí funciona el olfato y lo que dice el olfato es que la poesía se ha ido o se está yendo al carajo, como si fuera cosa de otro tiempo, del mismo modo que se hundieron las fábricas de hielo cuando se popularizó la nevera eléctrica y cada uno devino en dueño de su frío. Da la impresión de que ahora cada uno se tiene que hacer su propio poema. Solo que un poema no es un cubito de hielo. No basta con tener frío para hacerlo. No todo el mundo es capaz de sentarse y escribir cuatro versos que le conmuevan a él y a quien los lea. No hay fábricas individuales de sonetos como no hay fábricas individuales de tartas de cumpleaños.


"Los poetas sólo dicen la verdad cuando hablan mal unos de otros"
Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas
(Madrid, 1580 . Villanueva de los Infantes, 1645)


Uno debería tener la tranquilidad de que va a la librería y encuentra el libro de poemas que reclama esta época. Por eso nos referíamos al poeta obrero, porque nos hace más falta que el aire un poeta obrero cabreado que cuente lo que nos está sucediendo como lo cuentan los poetas. Obreros cabreados los hay por un tubo, pero no son poetas, por eso la patronal está como está de crecida, porque no hay un maldito poeta obrero que les eche en cara un romance, una elegía, una lira, una sátira. Y cuando hablamos de poetas obreros queremos decir también auxiliares administrativos poetas, funcionarios poetas, incluso notarios poetas. La cuestión es que desde la poesía, si la fábrica aún continúa abierta, se expidan poemas aclaratorios sobre la deuda pública, que es lo que estamos esperando los obreros que no somos poetas, ni siquiera obreros.

(Artículo de opinión escrito por Juan José Millás y publicado
por el periódico "La Provincia" el martes 20 de diciembre de 2011)


El último libro de Millás recopila sus columnas de opinión publicadas hasta el momento. Literatura intensa y de alto voltaje donde se reflejan los mundos paralelos y las percepciones inauditas del autor. Su aparición en las librerías equivale al feliz hallazgo literario de un tesoro cuyas joyas habrían quedado vagando dispersas en los periódicos de otro modo

[Millás, Juan José: Articuentos completos,
Barcelona, Seix Barral, 2011, (Col. Biblioteca Breve), 960 pp.]

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