sábado, 31 de agosto de 2013

De esto, de aquello y de lo otro, pues qué importa

 
 
CAVILANDO A SOLAS
 
Juzgas, Domnia, que te desprecio, porque a tus requerimientos de amor respondo con el silencio. Te equivocas, soy un admirador tuyo, en secreto, y si a tus insinuaciones no cedo, es por considerar que no soy acreedor a compartir contigo el lecho. Demasiado provecto ya, tu amor no espero, y como escribió Marco Terencio Varrón, me alegro de que en la senectud no todo sea degeneración, sino que muchas cosas se suprimen y ya no tienen efecto.
 
 
Marcus Terentius Varro
(Marco Terencio Varrón)
(Rieti, 116 - 27 a. C.)
Militar retirado, funcionario romano, lingüista, sabio y prolífico escritor que fue lugarteniente de Cneo Pompeyo Magno (106 - 48 a.C.) y amigo de Marco Tulio Cicerón (106 - 43 a. C.)
 
Conocí a un protervo endiosado de sí mismo que no sabía escribir. Leerlo era odioso por lo aburrido, lo envarado y lo grotesco. No aportaba nada de su magín, todo era refrito de otros, y ni aun así tenía el don que las Musas no quisieron concederle. Me preguntaba cuál era la razón, cómo era posible que la práctica de la escritura no lo aleccionase, hasta que una vez lo vi en persona. Lucía un enorme vientre hinchado que procuraba disimular con la ropa y seguramente era producto de excesivos cócteles, agasajos y comilonas. Entonces comprendí que no escribía con la cabeza, sino que sus textos eran los eructos y flatulencias de aquella panza sebosa.
 
 
 
El jinete que ofreció su montura al rey persa Artabano para que salvara el pellejo en la huida, esperaba un premio a su ayuda y lo obtuvo en forma de ejecución por haber sido testigo de su cobardía. El mendigo que irrumpió en el estrado del teatro de Pompeyo para alertar a Cómodo de la conspiración de Perenio, en lugar de recompensa fue ajusticiado por loco y embustero. Los jóvenes alejandrinos que creyeron en la promesa antonina de ser convocados para formar una legión en honor de Alejandro, se vieron rodeados y pasados a cuchillo. ¡Cuántas veces la honra militar consiste en artimañas y engaños que desmienten su pretendido lustre! ¡Y cuánta ingratitud, egoísmo y traición en la historia de los simios que se denominan sapientes a sí mismos!
 
 
Partia, el reino que gobernó el arsácida Artabano II desde el año 10 hasta el 38 d. C. tras derrocar a Vonones I, un títere que había impuesto Augusto desde Roma
 
Los fumadores somos como aquel ejército ateniense derrotado en Sicilia que muerto de sed, enloquecido, desatentadamente se puso a beber de las aguas del río Asinaro mientras lo iba diezmando el enemigo desde la orilla. La corriente del tiempo fluye roja con la sangre de los compañeros asesinados por el cáncer y nosotros seguimos fumando como bebedores agonizantes.
 
 
Teatro griego de Taormina en Sicilia con el volcán Etna al fondo
 
Con los seres humanos nunca hay que perder de vista que son mamíferos evolucionados a partir de reptiles.
 
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Un orgasmo coincidente es un atisbo de unanimidad.
 
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La actitud del periodista de opinión que siempre está escribiendo sobre los mismos temas cada año muestra un claro paralelismo con la actitud del ganso que rueda los huevos que está incubando para airearlos y mejorar su oxigenación, labor detallada por Konrad Lorenz y el holandés Niko Tinbergen en 1938 tras observarla en Altenberg, la casa del etólogo austriaco. Las gallinas cluecas hacen lo mismo cuando empollan en su nido.
 
 
Konrad Zacharias Lorenz
(Viena, 1903 - 1989)
Médico, etólogo, zoólogo y ornitólogo
(Premio Nobel de Fisiología en 1973)
 
En cada cambio de régimen político son legión los arribistas del diablo. En el caso de Franco, una vez comprobado que el burro estaba muerto, no cesaron de darle palos al rabo y aún siguen. Son los antifranquistas de pedigrí que más medallas aspiran a colgarse y prebendas disfrutar cuanto más reiterativos y huecos suenan sus palos. En caso de proclamarse la III República en España, sería todo un espectáculo de cinismo renovado ver cómo los que le adulan ahora se relamerán ante la perspectiva de apalear al rey Juan Carlos.
 
 
"Ándeme yo caliente y ríase la gente"
Góngora

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