miércoles, 6 de noviembre de 2013

La moral imperante la dictaminan los poderosos

 
 Soldados alemanes celebrando el imparable y arrollador avance
en el frente oriental poco antes de alcanzar la ciudad de Stalingrado
 
AFTER WAR
 
Si hubiesen triunfado entonces
los que perdieron,
habrían demonizado
a los que ahora presumen
tras la crucial victoria.
Si hubieran perdido
aquellos que ganaron,
nadie habría visto
nada meritorio en ellos.
Vencer o morir,
apuntarse al carro vencedor
y masacrar al contrario.
¡Pobres, los vencidos!
 
 
 
Un soldado soviético ondea la bandera comunista en el Reichstag
supuestamente el 30 de abril de 1945. En realidad, aunque el edificio
de Parlamento fue tomado ese día, las imágenes se filmaron más tarde

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