sábado, 27 de diciembre de 2014

El hombre que se dirigía al núcleo de la poesía

 
Mark Strand
(Summerside, Canadá, 1934 - Nueva York, 2014)
Escritor, poeta, profesor de literatura comparada, ensayista y traductor
 
THE MYSTERIOUS ARRIVAL
OF AN UNUSUAL LETTER
 
It had been a long day at work and a long ride back to the small apartment where I lived. When I got there I flicked on the light and saw on the table an envelope with my name on it. Where was the clock? Where was the calendar? The handwriting was my father's, but he had been dead for forty years. As one might, I began to think that maybe, just maybe, he was alive, living a secret life somewhere nearby. How else to explain the envelope? To steady myself, I sat down, opened it, and pulled out the letter. "Dear son" was the way it began. "Dear son" and then nothing.
 
LA MISTERIOSA LLEGADA
DE UNA CARTA INSÓLITA
 
Había sido un día largo en el trabajo y un trayecto largo de regreso al pequeño apartamento en que vivía. Cuando llegué, encendí la luz y vi encima de la mesa un sobre con mi nombre. ¿Dónde estaba el reloj? ¿Dónde el calendario? La letra era la de mi padre, pero él llevaba cuarenta años muerto. Comencé a pensar, como cualquier otro lo hubiera hecho, que tal vez, sólo tal vez, él estuviese vivo, llevando una vida secreta en algún lugar cercano. ¿Cómo si no explicar aquel sobre? Para tranquilizarme, me senté, lo abrí y saqué la carta. "Querido hijo", así empezaba. "Querido hijo" y nada luego.
 
 
 
PROVISIONAL ETERNITY
 
A man and a woman lay in bed. "Just one more time", said the man, "just one more time". "Why do you keep saying that?", said the woman. "Because I never want it to end", said the man. "What don't you want to end?", said the woman. "This", said the man, "this never wanting it to end".
 
ETERNIDAD PROVISIONAL
 
Un hombre y una mujer estaban acostados en la cama. "Sólo una vez más", dijo el hombre, "sólo una vez más". "¿Por qué sigues diciendo eso?", dijo la mujer. "Porque no quiero que termine nunca", dijo el hombre. "¿Qué es lo que no quieres que termine?", dijo la mujer. "Esto", dijo el hombre, "este no querer que termine nunca".
 
 
 
IN THE AFTERLIFE
 
She stood beside me for years, or was it a moment? I cannot remember. Maybe I loved her, maybe I didn't. There was a house, and then no house. There were trees, but none remain. When no one remembers, what is there? You, whose moments are gone, who drift like smoke in the afterlife, tell me something, tell me anything.
 
EN LA OTRA VIDA
 
Ella estuvo a mi lado durante años. ¿O fue un instante? No consigo acordarme. Tal vez la amé, tal vez no. Hubo una casa, y luego no hubo casa. Hubo árboles, pero no queda ninguno. Cuando nadie recuerda, ¿qué es lo que hay? Tú, cuyos instantes se han ido, que flotas como humo en la otra vida, dime algo, dime cualquier cosa.
 
 
 
NOBODY KNOWS
WHAT IS KNOWN
 
A man an a woman were on a train. The man said: "Are we going some place? I don't think so, not this time. This is already the next century, and look were we are. Nowhere. Tell me, Gwendolyn, when we boarded the train, why hadn't we known this day would come?" "Snap out of it", Gwendolyn said. The train was crossing an endless snow-covered plain; no town awaited its arrival, no town lamented its departure. It simply kept going, and that was its purpose, to slither dreamlike over blank stretches of country, issuing sorrowful wails that would slowly fade in the cold.
 
NADIE CONOCE LO CONOCIDO
 
Un hombre y una mujer iban en un tren. El hombre dijo: "¿Vamos hacia algún lado? No lo creo, no esta vez. Éste es ya el próximo siglo, y mira dónde estamos. En ninguna parte. Dime, Gwendolyn, cuando nos subimos al tren, ¿cómo es que no sabíamos que llegaría este día?" "Déjalo ya", dijo Gwendolyn. El tren cruzaba una llanura interminable cubierta de nieve; ninguna ciudad esperaba su llegada, ninguna lamentaba su salida. Sencillamente seguía avanzando, y ése era su propósito, deslizarse como en un sueño sobre vacías extensiones de campo, emitiendo lastimeros gemidos que se desvanecían lentamente en el frío.
 
[Poemas escritos por Mark Strand y publicados en Casi invisible, (título original: Almost invisible), Madrid, Visor, 2012, (traducción de Julio Trujillo), (colección Visor de poesía, nº 820), pp. 107]
 

Cubierta del libro donde se incluyen estos cuatro poemas

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