lunes, 11 de mayo de 2015

Porque cuesta aceptar que los días de gloria pasaron

  
"El crepúsculo de los dioses"
(1950)
Obra maestra dirigida por Billy Wilder
 
EL OCASO DE NORMA DESMOND
EN SUNSET BOULEVARD'S GLAMOUR
 
Sin mí no existiría la Paramount. Esas ventanas
de los estudios en la avenida Bronson Gate eran
los camerinos donde me maquillaban. Las estrellas
como yo no envejecen ni mueren nunca. La pantalla


El cadáver de Joe Gillis flota en la piscina al inicio y al final del film. La voz narrativa de este hombre difunto será el hilo conductor de la película
 
es la que se ha quedado pequeña. Mis ojos hablan
mejor que las palabras porque soy la más grande. Fuera,
el mundo exterior del nuevo cine no me interesa.
Recibo de los admiradores decenas de cartas


Nancy Olson (Betty Schaefer), William Holden (Joe Gillis),
Gloria Swanson (Norma Desmond) y Erich von Stroheim (Max)
 
cada día. Las trae mi mayordomo y primer
marido Max von Mayerling. Han matado a los ídolos,
sólo quedo yo, lista para actuar como Salomé.


El escritor trata de consolar a la antigua figura del cine mudo en su cama con forma de cisne tras ésta intentar suicidarse por haberse visto rechazada por él 

Enamorarme de un guionista es mi último capricho.
Huele a pañuelos limpios con los trajes que le compré.
Focos, luz, acción, cámaras, impedirán mi olvido.
 
(Poema escrito por Andrés González Déniz)


Insuperable interpretación de Gloria Swanson descendiendo las escaleras creyendo que las cámaras de los periodistas son las del equipo de rodaje del cineasta Cecil Blount DeMille antes de que un fundido en negro ponga el punto y final a esta maravilla del séptimo arte

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