miércoles, 18 de noviembre de 2015

Una deslavazada sucesión de homicidios

 
Johnny Depp salva del naufragio a esta película
que interpreta como malvado protagonista
 
BLACK MASS
(MISA NEGRA)
(2015)
 
Éste es un largometraje que pretende documentar la relación entre el FBI y la mafia irlandesa de Boston en las décadas de los 70 y 80, pero lo único que consigue es servir de lucimiento a Johnny Depp, el actor protagonista que realiza otra interpretación magistral de psicópata asesino, inteligente, de mente hiperactiva y sin escrúpulos. En el elenco destaca Kevin Bacon con un pulcro papel como jefe de la policía federal. Los actores secundarios, Joel Edgerton, David Harbour, Peter SarsGaard o Benedict Cumberbatch, por ejemplo, están bien escogidos y cumplen de sobra con el rol que se les encomienda. Quizás el error del planteamiento de esta película consista en intentar hacernos creer que basta con una concatenación de crímenes para obtener una buena película sobre la mafia.
 
 
James Joseph "Whitey" Bulger
(Cárcel de Alcatraz, 1959)
(South Boston, Massachusetts, 1929)

Cumple dos condenas a cadena perpetua en Tucson (Arizona)
por los delitos de homicidio, fraude, extorsión y robo
 
Dado que está basada en hechos reales, el guion viene predeterminado de algún modo. Sin embargo, el único partido que han sabido sacar de la historia es encadenar un crimen tras otro ofreciendo una imagen de implacabilidad por parte de James “Whitey” Bulger, el nombre real del mafioso histórico al que Johnny Depp da vida haciéndonos odiarlo. Dakota Johnson cumple las expectativas como madre de un hijo del capo de Boston y Juno Temple borda el rol de prostituta callejera en su breve aparición, logrando que parezca imposible interpretarlo mejor.
 
 
Juno Violet Temple
(Londres, 1989)
Esta joven actriz demuestra que no es necesario disponer
de un gran papel para realizar una perfecta interpretación
 
Desconozco si la novela escrita por Dick Lehr y Gerard O'Neill en que se basa el film deja cabos sueltos como no despejar la duda de si muere el hijo de James “Withey” Bulger, tampoco si es una especie de reportaje periodístico basado en añadir un nuevo crimen al anterior. Lo cierto es que la filmación no cuaja, no nos conmueve la muerte de la madre del delincuente principal, no hay una línea argumental que conduzca hacia la resolución de una intriga. Solamente, como la propia vida, una suma de acontecimientos que son el producto de la obsesión de un mafioso para que no lo delaten. Por este motivo irá matando a todo aquel que pueda haberse convertido en un informante. Lo paradójico es que él mismo era un confidente del FBI para obtener protección y eliminar de esta forma a la banda italiana rival de los Angiulo.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
La realización de esta película ha costado 53 millones de dólares,
cabe suponer que gran parte de ellos en los sueldos de los actores

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