domingo, 3 de enero de 2016

Porque de buenas intenciones está el infierno lleno

 
La banda sonora fue compuesta por John Frizzell
 
THE LOFT
(2014)
 
Un thriller de suspense perfecto. El mérito recae sobre los guionistas Bart de Pauw y Wesley Strick, aunque el director Erik Van Looy no les va a la zaga. Hay que tener mucho amor al cine para rodar con intermitentes analepsis que conducen a explicar sucesos del pasado, y rebosar adoración por el teatro para representar la mayor parte de las acciones en el interior de un apartamento mostrando el tenso diálogo de los personajes.
 
 
Erik Van Looy
(Deurne, Bélgica, 1962)
Los actores que dirige comentan que les transmite serenidad
 
El tema abordado es sobre todo el del adulterio, pero también aparecen la traición a los amigos, la venganza de las esposas, la competencia por la seducción y los celos del rezagado. Qué gran película. La fotografía es diáfana. La producción, que costó catorce millones de dólares, norteamericana y belga. Parece ser que se trata de la reelaboración de una versión previa rodada en el año 2008. De donde se deduce lo que cuesta llegar a alcanzar una obra maestra.
 
 
Frase latina con el verbo mal conjugado hallada en la cabecera de la cama donde se cometió el crimen. "Iungetur" sería la forma verbal correcta en futuro imperfecto y modo indicativo. El significado completo de la oración viene a ser: "El destino nos unirá"
 
Parece ser que se quiso internacionalizar el producto, hacerlo más asequible para el gran público. A pesar de eso, la taquilla no cubrió los gastos, pues sólo recaudó un poco más de diez millones de dólares. Una injusticia a todas luces. ¿Pero quién cree que haya dioses repartiéndola? Esta película es un monumento del séptimo arte completamente en deuda con Melpómene, la musa de la tragedia.
 
 
Isabel Lucas
(Melbourne, Australia, 1985)
Actriz de una belleza desequilibrante, todopoderosa e incisiva
 
La intriga está desarrollada sin dejar ningún cabo suelto y sabiamente dosificada hasta el final. Los equívocos y las falsas sospechas van a prodigarse ante nuestros ojos. Los actores rayan a un nivel en el que ninguno decae y todos destacan. El director maneja la cámara con dominante destreza. El inicio y el fin se abrazan cerrando un círculo como si del Macbeth de Shakespeare se tratase. Lo dicho: es una película de las que crean cinéfilos.
 
 
Wentworth Miller
(Chipping Norton, Inglaterra, 1972)
Fue capaz de reflejar la turbiedad que requería su personaje
 
Karl Urban interpreta al arquitecto Vincent Stevens de modo intachable. Wentworth Miller cumple con el papel psicológico más denso, el del diabético Luke Seacond, quien sorprenderá a todos por lo que ha tramado a espaldas de sus amigos. James Marsden sobresale en belleza por encima del elenco haciendo de Chris Vanowen, un psicólogo. Eric Stonestreet se luce dando vida al bebedor, glotón y mal hablado Marty Landry. Matthias Schoenaerts encarnará a un medio hermano de Chris derrochando testosterona y esnifando cocaína en el agresivo rol de Philip Williams.
 
 
James Marsden
(Stillwater, Oklahoma, 1973)
Una hermosura facial masculina muy por encima de la media
 
Esta pandilla de cinco hombres se va a encontrar con que el apartamento que utilizan para citarse con sus amantes se convertirá en el escenario del asesinato de una de ellas. Concretamente la víctima será Sarah Deakins, encarnada por una mujer de erotismo cautivador, la actriz Isabel Lucas. ¿Quién lo hizo? ¿Por qué motivo? Desenrollar esta madeja será uno de los ejercicios más brillantes que se hayan visto en la historia del cinematógrafo. Tal es así que este largometraje merece ser considerado desde ya como un clásico.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Karl Urban
(Wellington, Nueva Zelanda, 1972)
El eslogan promocional de la película recoge una frase pronunciada por el arquitecto al que interpreta: "Si aceptas la llave, aceptas las reglas"

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