viernes, 11 de marzo de 2016

Una demoledora revancha contra la discriminación

 
Esta producción costó 100 millones de dólares,
pero por fortuna consiguió recaudar 425.368.238
 
DJANGO UNCHAINED
(DJANGO DESENCADENADO)
(2012)
 
Quentin Tarantino se desquita de las acusaciones de racista que había recibido por el lenguaje empleado en anteriores películas con este wéstern donde manifiesta la extrema crueldad de los esclavistas blancos del sur en los Estados Unidos antes de la Guerra de Secesión (1861-1865). Nos lleva hasta Texas, alrededor de 1858, inventándose un personaje que será héroe y mártir vengador de tanto sufrimiento y humillación. El guion, escrito por el propio director, fue premiado con el Globo de Oro, el BAFTA (British Academy of Film and Television Arts) y el Oscar.
 
 
Leonardo DiCaprio
(Los Ángeles, California, 1974)
Vuelve a demostrar que es un actor del Olimpo de Hollywood
 
El único pero que podría objetársele a este film es su tendencia exagerada hacia lo caricaturesco, y por ende, resultando un poco infantil. Los malvados hombres blancos al final resulta que pecan de ingenuos al ir cayendo como moscas mientras Django sale de todas las escaramuzas disparando a troche y moche sin que nadie acierte a darle un tiro. Salvando este matiz peliculero, Tarantino ha hecho un monumento contra el racismo sin ninguna duda. Y lo mejor de que este celuloide tienda a parecer un cómic es que ofrece al espectador suficiente acción como para que sus 170 minutos de duración no le aburran.
 
 
Jamie Foxx
(Terrell, Texas, 1967)
Su personaje perdurará imborrable en nuestra memoria
 
Curiosamente, en lugar de obtener galardones por su actuación un hombre negro, Jamie Foxx (Django), quien se llevó el Globo de Oro, el BAFTA y el Oscar al mejor actor de reparto fue un hombre blanco, Christoph Waltz (Dr. King Schultz). Y la verdad es que no hubo segregacionismo en esta decisión, pues la fuerza con que dotó a su personaje el actor austriaco es de una tensión mimética apabullante. Leonardo DiCaprio, en el papel del esclavista terrateniente "Monsieur" Calvin J. Candie, estuvo sencillamente estelar desde su misma aparición.
 
 
Samuel Leroy Jackson
(Washington D. C., 1948)
Un actor imprescindible y de talla inconmensurable
 
Del resto del elenco destacan Samuel L. Jackson interpretando al criado Stephen, un “negro negrero”, o lo que es lo mismo, un cómplice de los blancos en la inmisericorde explotación de los negros como esclavos. Don Johnson en el rol de Spencer Gordon Bennett da la impresión de quererse redimir de tantos papeles mediocres como tuvo que interpretar en el pasado. Su presencia logra impactar en la pantalla con su elegante traje blanco. Es increíble cómo, a pesar de los años, logra conservar una belleza masculina similar a la de un león.
 
 
Cristoph Waltz
(Viena, Austria, 1956)
Un artista con una capacidad interpretativa arrolladora
 
Esta es la primera película de Tarantino que no fue montada por la tristemente fallecida Sally Menke (Mineola, Nueva York, 1953 – 2010, Bronson Canyon, Los Ángeles, California). En su lugar, Fred Raskin hizo el montaje rayando a la misma altura. Tarantino realiza un interesante cameo en el que se autoflagela haciéndose saltar por los aires debido a una explosión de dinamita. El gran momento del film, aunque tiene varios, sucede cuando en la banda sonora de la película hace acto de aparición un tema de Jim Croce: “I’ve got a name”. Éste es uno de los momentos mágicos del cine que pasarán a la historia porque, sí, Tarantino lo ha vuelto a conseguir otra vez, ha logrado filmar otra obra maestra de las suyas, un monumento fílmico salido de su inagotable caletre talentoso.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
El gran cine siempre será posible

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