domingo, 8 de mayo de 2016

De cuando la TV era para el cine una amenaza

 
Escrita y dirigida por Joel y Ethan Cohen, la excelente fotografía es de Roger Deakins y el preciosista vestuario corre a cargo de Mary Zophres
 
¡AVE, CÉSAR!
(2016)

Una película dirigida por los hermanos Cohen siempre es garantía de genialidad o extrañeza. Películas como “Raising Arizona” (1987), “Barton Fink” (1991), “Fargo” (1996) o “El gran Lebowski” (1998) les han catapultado a la categoría de directores de culto con todo merecimiento, sin que esto signifique que sus trabajos no recauden dinero. La recién estrenada “¡Ave, César!”, por ejemplo, costó 22 millones de dólares y lleva ya recaudados casi 63. Su cine es intelectual, pero no incomprensible ni divorciado con los gustos del público.
 
 
George Clooney
(Lexington, Kentucky, 1961)
Interpreta a Baird Whitlock, un actor que sufrirá el síndrome de Estocolmo cuando lo secuestren unos conspiradores estalinistas
 
En esta ocasión han logrado plasmar un proyecto que venían acariciando desde el año 2004. Y lo que han conseguido es rendir un sentido homenaje a varias modalidades cinematográficas como son el cine histórico de los “peplums” sobre el antiguo Egipto, Grecia o Roma, el de las nadadoras sincronizadas haciéndonos sentir que puede existir la utopía de un mundo perfecto, el de los bailes de soldados al estilo de “Un americano en París” (1951) con Gene Kelly como estrella, y el de las legendarias películas del lejano Oeste con un llanero solitario haciendo el papel estelar del héroe.
 
 
Scarlett Johansson
(Nueva York, 1984)
Es DeAnna Moran, una deportista de natación sincronizada, y lo hace con una sublimación erótica más allá de la habitual en sus actuaciones
 
Las partes en que Alden Ehrenreich imita al pistolero que Kirby Grant interpretaba en la serie de televisión estadounidense “Sky King”, aquellas en las que Scarlett Johansson hace una especie de alter ego de Esther Williams, mostrándonos en contraste su carácter vulgar fuera de la pantalla, o las inolvidables escenas en que Channing Tatum baila al estilo de Gene Kelly o Fred Astaire, son realmente merecedoras de pasar a la historia del séptimo arte.
 
 
Alden Ehrenreich
(Los Ángeles, 1989)
Su portentosa actuación le sitúa como el mejor actor del reparto
 
Se trata de una película sobre cómo se hacen películas, y en este sentido, cuando recrean la fastuosidad del imperio romano, el color de la fotografía utilizado hace justicia al esplendor de una época que ahora sólo conocemos por sus ruinas. Me estremecí de escalofríos cuando vi a George Clooney tratando de emular al Kirk Douglas de “Espartaco” (1961) en el rol de un centurión romano. El guion ofrece, además, una revisión sobre el período oscuro de las células comunistas en Hollywood y le da unos cuantos bofetones a la estúpida ideología totalitarista en favor de la iniciativa individual y el libre mercado.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Channing Tatum
(Cullman, Alabama, 1980)
Lo que hizo en esta cinta sólo está al alcance de los actores inmortales

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