sábado, 2 de julio de 2016

El desesperado defensor de los aztecas opresores


 
Busto en homenaje a Cuauhtémoc en la Plaza de la Constitución popularmente conocida como "El Zócalo" en la capital de México
 
CUAUHTÉMOC,
EL ÚLTIMO REY AZTECA
 
El eclipse de sol del sagrado día
de mi nacimiento
predijo el derrumbamiento
del imperio de Moctezuma.
Ordené reclutar tropas,
hacer las acequias más profundas,
izar los puentes de los canales
y realizar recuento 
de las armas y los víveres en los silos.
 
Un día cruento aguarda anhelante
a la Noche Triste que fue la tumba
del primer ataque castellano.
A nosotros no se suman
las tribus expoliadas tantos años
por nuestros guerreros.
 
 
"El suplicio de Cuauhtémoc"
(1893)
Leandro Izaguirre
(Ciudad de México, 1867 - 1941)
Hernán Cortés ordenó torturar a Cuauhtémoc poniendo sus pies en aceite hirviendo para que confesara dónde había escondido el oro de los aztecas, a lo que éste respondió que lo había arrojado al agua de un canal cuando comprendió que había perdido su imperio
 
El barbudo Cortés cuenta con ciento
cincuenta mil indígenas de aliados
que nos odian a muerte.
Las flechas de los mexicas nada podrán
frente a los arcabuces de pólvora.
No habrá paz ni misericordia
contra los traidores.
Quienes se achican serán ejecutados.
 
Tengo esperanzas
de que los tlaxcaltecas y los tarascos
se nos unan para salvar Tenochtitlán,
pero Tlaloc hace llorar al cielo
y es un mal presagio.
Antes de caer en la derrota,
prefiero huir para luchar desde Tlatelolco.
Un tlatoani no se rinde a un bellaco.
 
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
 
 
Estatua de Cuauhtémoc (cuyo nombre significa "el águila
que desciende") en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México

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