miércoles, 15 de febrero de 2017

Del poeta que perdió toda la esperanza del regreso

 
Publio Ovidio Nasón
(Sulmona, 43 a. C. - Tomis, 17 d. C.)
Estatua del inmarcesible poeta latino en su ciudad natal,
obra del escultor Ettore Ferrari (Roma, 1845 - 1929)
 
TRISTES
 
"Pequeño librito (y no te desprecio por ello), sin mí irás a la ciudad de Roma, ¡ay de mí!, adonde a tu dueño no le está permitido ir"
 
"No te avergüences de los borrones: el que los vea pensará que han sido hechos con mis propias lágrimas"
 
"Una mala causa empeora con la defensa"
 
"La poesía nace hilvanada de un alma serena. La poesía requiere el retiro tranquilo del poeta"
 
"Mientras estaba a salvo, era tentado por el prurito de la fama y ardía en deseos de granjearme un buen nombre"
 
"La esperanza de mi corazón es menor
que el temor que lo angustia"
 
"¿Qué otra cosa sino las súplicas me quedan?"
 
"Una parte de mi cuerpo parecía
que era arrancada a la otra"
 
"El miedo nos obliga a ser audaces"
 
"Al menos el que pereció ya no puede morir"
 
 
Constanza (Tomis), el lugar al que fue relegado Ovidio, estaba en tierras de los getas y los sármatas, al oeste del Ponto Euxino o Mar Negro
 
"Apenas dos o tres sois los que me quedáis de tantos amigos; los demás lo eran más de mi fortuna que de mi persona"
 
"He sufrido tantas desdichas
como estrellas lucen en el firmamento"
 
"Si es que hubo en mí en otro tiempo alguna vida y energía, ha desaparecido totalmente a causa de mis prolongadas desgracias"
 
"Las hormigas no se dirigen nunca a graneros vacíos, ningún amigo se acercará a las fortunas arruinadas, y así como la sombra nos acompaña cuando caminamos bajo los rayos del sol, y desaparece cuando éste se esconde eclipsado por las nubes, de la misma manera el inconstante vulgo sigue los destellos de la fortuna y, tan pronto como éstos se esconden, al interponerse alguna nube, se va"
 
"¡Ay de mí! ¡A cuán pocos conmueven
estas palabras mías!"
 
"Adondequiera que dirijo la mirada,
no veo sino la imagen de la muerte"
 
"La espada y las olas me causan un doble terror: aquélla temo que espere un botín con mi sangre; estas otras quizás quieran tener el honor de mi muerte"
 
"Mis poemas hicieron que el César condenara mi persona y mis costumbres a causa de mi arte"
 
"Reconozco que soy culpable a causa de mis versos: éste es el precio recibido por mi afición y laboriosas vigilias; el castigo ha sido fruto de mi inspiración poética"
 
 
Busto con nariz prominente que encaja con la imagen que tenemos del poeta desde cuya muerte han transcurrido dos milenios en este 2017
 
"Los versos suelen mover a compasión
a los omnipotentes dioses"
 
"¿Por qué tuve yo que ver algo? ¿Por qué torné culpables mis ojos? ¿Por qué, ¡imprudente de mí!, tuve yo conocimiento de aquel delito? Sin pretenderlo, Acteón contempló desnuda a Diana y, sin embargo, no por ello fue menos presa de sus propios perros"
 
"Más allá ninguna otra cosa hay sino frío, enemigos y agua del mar que se congela en apretado hielo"
 
"Se me acusa de haberme convertido con mi obsceno poema en maestro del impúdico adulterio"
 
"Nada útil hay que no pueda ser a la vez perjudicial. ¿Qué hay más útil que el fuego? La medicina unas veces quita y otras da la salud"
 
"La libertad que reina en el circo tampoco es segura: allí los jóvenes se sientan junto a hombres desconocidos"
 
"Nadie puede enseñar lo que poco conoce"
 
"No he sido el único que ha cantado los tiernos amores, pero sí el único que ha sido castigado por haberlo hecho"
 
 
Otra estatua de Ovidio realizada por Ettore Ferrari ubicada en Constanza (antigua Tomis) delante del Museo Arqueológico de la ciudad rumana
 
"La propia Ilíada, ¿qué otra cosa es que una adúltera por la que lucharon entre sí su amante y su marido?"
 
"Cuanto menos moral es el teatro,
tanto más lucrativo es para el poeta"
 
"Mi Musa ha sido más licenciosa que mi propia vida"
 
"Me tiene prisionero el Ponto
abrasado por el persistente frío"
 
"Una tierra bárbara cubrirá este cuerpo
al que nadie habrá llorado"
 
"Aunque sólo los poderosos pueden sernos útiles, mejor es que no lo sea aquél que puede resultarnos nocivo. La verga arriada rehúye los temporales invernales y las grandes velas tienen más que temer que las pequeñas"
 
"El deseo de alabanza torna fecundo el ingenio"
 
"Escribí muchos versos, pero todos aquellos que me parecieron malos los arrojé al fuego para que los enmendara"
 
"Créeme: quien bien se esconde bien vive, y cada uno debe mantenerse con arreglo a su suerte"
 
"Vive sin envidia, pasa los dulces años
sin gloria y ten amigos entre tus iguales"
 
[Fragmentos de Ovidio Nasón, Publio: Tristes (Tristia), Madrid, Planeta-DeAgostini, 1996, (traducción y notas de José González Vázquez), (colección "Clásicos griegos y latinos", nº 58), pp. 289]
 
 
El texto reproduce una valiosa edición de la editorial Gredos

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