domingo, 4 de junio de 2017

Sobre los peligros que genera la chatarra en el cielo

 
Los terrores que pueda provocar la negrura del firmamento estrellado están aquí, junto con el acuciante problema de los satélites fuera de uso
 
GRAVITY
(GRAVEDAD)
(2013)
 
Merecedora de siete premios Óscar al mejor director, montaje, fotografía, banda sonora, edición de sonido, mezcla de sonido y efectos visuales, en esta película todo funciona como la seda hasta el punto de que James Cameron la calificó como la mejor que se haya hecho sobre el espacio. Y seguramente estaba en lo cierto, pues hay que tener en cuenta que “Interestelar” se rodó un año más tarde (2014). Era una apuesta arriesgada para la Warner, pues costó producirla nada menos que 100 millones de dólares. Afortunadamente, por cada dólar invertido se recaudaron siete.
 
 
Las escenas causan vértigo y son técnicamente impecables
 
A 600 km de la superficie terrestre no hay oxígeno ni presión atmosférica, la temperatura oscila entre 125 y -100 grados, y es ahí precisamente donde comienza la historia. La ingeniera biomédica Ryan Stone (su padre le puso nombre masculino porque deseaba un niño cuando nació) y el astronauta Matt Kowalski (George Clooney) están haciendo labores de reparación y mantenimiento en su nave. Pronto son advertidos desde la base en Houston sobre la inminencia de la llegada de basura espacial a gran velocidad. Los desechos golpean la nave “Explorer” y matan a parte de su tripulación. A partir de ahí comenzará una odisea en la que Ryan Stone (Sandra Bullock) tendrá que intentar desplazarse para sobrevivir, primero hacia una estación  espacial rusa, la “Soyuz”, y luego hacia otra china, la “Tyangong”, ambas abandonadas y con serios desperfectos. Su compañero Matt Kowalski la salvará dos veces, una físicamente y otra al aparecérsele en sueños.
 
 
La fragilidad humana, nuestra pequeñez, la complicación y exactitud
tecnológicas o el desamparo sideral son algunos de los temas abordados
 
Las imágenes de este largometraje impresionan por su virtuosismo visual. La Tierra se ve desde arriba como una esfera titánica de colores azules, grises y verdosos completamente indiferente al sufrimiento de sus criaturas. Incluso parece deshabitada. El amanecer en el río Ganges es uno de los mejores momentos del guion, cuando Matt Kowalski lo menciona al irse alejando en solitario hacia una muerte segura. George Clooney, irónico y con sangre fría, realiza un papel soberbio, pletórico de inteligencia y humor. Sandra Bullock, por su parte, ejecuta el mejor papel de su vida. Jamás pude sospechar que tuviera tantas cualidades dramáticas. Probablemente la acerada frialdad de su papel le ayuda.
 
 
No hay nada sobrenatural o esotérico en este film.
Todo lo que se ve no sólo es verosímil, sino factible
 
La trama es un mano a mano entre dos actores que ambos resuelven a la perfección. Angelina Jolie y Robert Downey Jr. iban a ser los elegidos para protagonizarla, pero por exigencias económicas (Angelina pedía 20 millones de dólares) o problemas de agenda en el caso de Robert Downey Jr., se quedaron fuera. El argumento es sencillo y fue escrito a dos manos por el director mejicano Alfonso Cuarón y su hijo Jonás. Es difícil, por no decir imposible, detectar cuánto hay de uno u otro en el desarrollo de la historia. Las dificultades técnicas que tuvieron que superar merecen nuestro aplauso. Téngase en cuenta que los efectos visuales ocupan 80 del total de 91 minutos que dura este celuloide.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Sandra Bullock
(Arlington, Virginia, USA, 1964)
Se erige en la gran heroína de esta misión espacial

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