martes, 1 de agosto de 2017

El tiempo nos arrasa y los lugares parecen quietos

 
Playa del Inglés y Faro de Maspalomas
(San Bartolomé de Tirajana)
(Gran Canaria)
(Fotografía de Rafael Amador)
 
ATARDECER EN MASPALOMAS
 
La estación del apolíneo carro de Febo, flamígera
juventud del hombre que fuera antepasado de mi vida,
arde en llamas por las dunas de arena y se olvida
de mi estancia feliz en ellas y lo que allí viviera.
 
La calima, que en la edad senil mi visión difumina,
abrasa aún con el fulgurante sol sobre esta tierra.
Amanece enhiesto el alto faro que el mar otea
cada día, tan solitario como aquél que ve perdidas
 
 
Dunas de Maspalomas
(Gran Canaria)
 
las generaciones que han ido marchitándose a su vera
y ya no existen, mustias hojas que cayeron desprendidas.
Éste es el mismo calor, el fuego intenso que ardiera
 
cuando yo era púber y cándido. El agua de la piscina
y la playa exhiben iguales tonos de azul turquesa
y vino que entonces. Es el Leteo el que se da prisa.
 
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
 
 
En la piscina del hotel IFA Buenaventura de Playa del Inglés

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