jueves, 17 de mayo de 2018

El merecido castigo por menospreciar a los dioses



 
ERISICTON

Al pie de la encina bajo la que Zeus meditaba
y las alegres dríades hacían danzas festivas
enlazándose en corro con sus manos, y con cintas
ciñendo el grueso tronco de cuyas ramas guirnaldas
 
pendían, el temerario Erisicton despreciaba
a los dioses y taló el árbol con un hacha. Caída
la madera al suelo se oyó cómo Ceres gemía
y sangre desde el interior de la corteza manaba.
 
 


Pidieron auxilio las ninfas a la diosa tesmófora

Deméter quien, indignada, decide enviar a Limos
para que reconcoma por dentro al hijo de Tríopas

y su hambre nunca se sacie. La hacienda devora
y la de su padre, vende a su hija a distintos
varones y acaba engulléndose a sí mismo.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)

 
"The Dryad"
("La Dríade")
(1884 - 1885)
Evelyn de Morgan
(Londres, Inglaterra, 1855 - 1919)
("The De Morgan Foundation" en Londres)

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